Después del Moncayo, un día de trabajo y a preparar la salida para el finde a Rodellar.
La escalada en Rodellar se me da fatal, no tengo fuerza ni para llegar a la segunda chapa, pero aun así me gusta. Me encanta recorrer el barranco, cruzar el rio innumerables veces para ir de un sector a otro para acabar en el mismo, comer en la campa al solete, ver vuelos espectaculares, oir gritos y distinguir en ellos fruto de qué son, si de un encadene o de una caída en el límite.
En esta salida nos juntamos Iñaki, Escalona, Fran, Jorge, Aster y yo. Vamos en el Rasmia car, muy ordenaditos, y de alli a los apartamentos Valle de Rodellar, donde cogemos un apartamento para los 5. Quedamos con Junior, Abel y Amara que han venido también desde Zaragoza en el día y empezamos en el sector mas facilito del camino, Jorge se encadena «Felipe el Hermoso» y se queda super contento, el esfuerzo tiene su recompensa. Despues del calentamiento, cada uno se diversifica a buscar lo que le gusta para, finalmente, juntarnos todos a la sombra en el sector «pince sans rire».
Nos retiramos pronto, y mientras Jorge e Iñaki se quedan con ganas de mas y se van a correr por el Mascún, el resto nos quedamos en la terraza del apartamento viendo atardecer. Para cenar, paellita del señor Marquina que se curro!
El domingo, Iñaki tiene deberes y decidimos acompañarle todos el sector Egocentrismo para que probase «pequeño Pablo». Le da un primer pegue espectacular, que aunque no encadena le deja con muy buen sabor de boca y creyendo en sus posibilidades. Parada obligada de 1 hora para darle otra vez…..por muy poquito no se la lleva a casa, pero muy contento por el avance en la via…Aunque no nos lo dice, se le nota que ya está pensando en volver otro finde a Rodellar
Volvemos al camino, a intentar, «sonrisa vertical» y «los loros»…pero se nota el calentón de ayer y dejamos deberes para otra ocasión… Y es que Rodellar es lo que tiene