De Portalet a Gourette…el Aguelo nos lleva por las serpenteantes carreteras.En esta ocasión se lo ha currado de verdad. Nos lleva en coche, va a hacer de primero de cordada junto con Jorge y encima se ha encargado de la comida, en riguroso secreto ha comprado comida para los tres y nos va a sorprender con unos platos de todo un chef. Un lujazo….Para la cena de esta noche, tomate rosa de Barbastro (para no olvidar los placeres de nuestra tierra) y un buen plato de pasta. Dosis justica de vino, que al día siguiente hay que madrugar. La vía elegida no es demasiado exigente en grado pero si en compromiso de resistencia; una aproximación de 1 hora, 18 largos (semi-equipada) y 2 horas de bajada no nos permite dormirnos en los laureles como nos había pasado en alguna ocasión
Salimos con el alba y llegamos a pie de vía con los primeros rayos de sol. La escalada en general es fácil, excepto algún largo de adherencia donde tu cabeza se tiene que fiar de los pies y viceversa…algo complicado.
Como buena compañera guay, mi papel fue clave en la escalada: lleve agua extra para mis compañeros de cordada, así como alimento y gominolas; si veía la cámara tocaba sonreir y si te hacen fotos haciendo algún acerete tu única respuesta es reirte con ellos y por último,subir, subir tan rápido como puedas…es lo menos que se puede hacer si te abren la vía. Gracias chicos!
La bajada se hace por la cresta aerea de grado fácil, pero algo expuesta y tres rapeles que te dejan con los pies en la tierra. De aquí volvemos a coger el camino que en 2 horas estamos en el parking.
La iniciativa de adoptar un EEMA, por parte de Korkuerika y las ganas que teníamos los mayores de ayudarle, llegó por fin. Los chavales impresionados con los mallos de Riglos y los mayores emocionados de verles disfrutar tanto.
A los Rasmias nos toca ir al Mallo Frechin, con Jesús Joven, a la vía Jose Antonio Sanz. Ya la habíamos hecho con anterioridad, así que unido a la protección de la vía, hace que sea haya convertido en una de las clásicas de Riglos. Tanto es, que ese domingo, prácticamente todos los escaladores estaban concentrados en el mallo Frechín. Doce personas subieron al mallo antes que nosotros!!!
Tuvimos que esperar cerca de dos horas en el pie de vía, que nos permitió repasar las cuerdas (la cuerda culebrera está en perfecto estado!). Y cuando por fin nos toca el turno, la mala leche acumulada se trasmite a las sensaciones en la pared.
Nos hubiera gustado que Jesús disfrutara del buen ambiente que habitualmente se respira en la tapia. Del compañerismo entre cordadas. Las risas con la llegada a las reuniones…pero a veces…a veces, estas cosas no pasan.
Aun así, disfrutamos de Jesús, de sus historias, su entusiasmo y sus miedos…Hasta le pudimos enseñar algun truquillo que otro…y a una hora prudencial se lo devolvimos a sus padres!
El domingo, después de pasar una noche fresquita en la Hermita de la Mare de Deu ponemos rumbo a las paredes de la roca del Arcs en Villanova de Meia, escuela que nos dejo enamorados y a la que ya teníamos ganas de volver. Esta vez decidimos sufrir un poquito mas tachando otra del libro «las 100 mejores de Cataluña». La vía elegida es Musical express 200m. 6b+ (V-Ae) de la que nos habían dado refrencias variopintas, pero que a nadie había dejado indiferente. Y casi siempre nos habían dicho que durilla. A sufrir se ha dicho.
Llegamos con buena hora y motivación a tope, pero ya en la aproximación nos liamos con las referencias que habíamos cogido en el paredón!! Y es que no veas tu lo grandes que son todos los techos cuando estas debajo y lo dificil que es orientarse aquí. Miramos en el teléfono a ver si nos orientamos con otras reseñas y vemos que todo dios recomienda coger algún friend para tramos expuestos, y nosotros con todos los cacharros en el coche… Nada, nada, para adelante con las indicaciones del Pep y después de una hora nos plantamos en el pie de vía. Donde vemos sufrir a una cordada que va por arriba en el desplome de 6b+, el segundo las estaba pasando canutas con dos estribos que le habían dejado!
Nos ponemos en harina y el primer largo sale sin problemas. El segundo, el mas duro de la vía, ya es otro cantar. El paso desplomado yo lo saque muy bien con un estribo, pero previamente me había dejado los popeyes como flanes intentando sacarlo, y este esfuerzo lo page después el resto de la vía, donde no volvi a encontrar la continuidad necesaria, y es que daba 10 pasos y ya estaba resoplando. Vanesa también las debió pasar putas en la panza, ya que no es apta para bajitos y se debío volar mas de una vez.
En el siguiente largo salgo para arriba y cuando llevo tres chapas me dice Vane que me he dejado la reunión… «Bueno, ya montare con cintas». Cuando acabo el largo, colgandome un par de veces en medio, me doy cuenta que lo que me había dejado es la cesta. Marrón. Intento descolgar las cuerdas pero el largo hacía travesía y es imposible… «Venga, que te aseguro con dinámico». Eso hacemos, pero Vane sube con mas tensión de la normal por la situación y llega la reunión estresada. «¿Y si nos bajamos?», «Venga, un largo mas a ver que tal.» Y encima se encapota el cielo y caen algunas gotas…
Los tres largos de arriba salen mejor y la dificultad va decreciendo, así que mis brazos se van recuperando y cada vez progresamos mas rápidos. Eso si, el último largo de 40 m. solo tiene 2 seguros. Ya iba avisado y me concentré en no pensar en los seguros, pero el sartenazo sería monumental, aunque la esclada es bastante facil. Un par de frineds pequeños no vendrían mal, y hay muchos sitios donde meterlos. Aunque si has llegado hasta allí el ultimo largo te parece de chiste.
Para bajar optamos por subir a cima y rodear toda la pared por el lado oeste, haciendo un bonito paseo entre charradas y canturreos que te lleva por toda la base de la pared y hace que te sobrecojas al observar por donde hemos subido. Y desde luego bien contentos por habernos esforzado en salir por arriba esta vez en que las cosas no han ido del todo finas. Que para esos somos los Rasmias, ¿no?
El día de Pilar celebramos mi cumpleaños con familia y amigos en la fuente de la junquera, como siempre el merendero no nos defraudo y pasamos un dia memorable entre risas, historias y proyectos. Esta vez una paella sacio nuestro apetito, y a razón de las alabanzas, nuestra primera incursión en el mundo del arroz resultó fructuosa. Habrá que repetir mas a menudo para ir cogiendole el puntillo a los tiempos de cocción y diferentes opciones en los complementos.
Al día siguiente y huyendo de las aglomeraciones que provocan las fiestas pusimos rumbo a Lerida. Desempolvamos el libro «las 100 mejores de Cataluña» y marcamos objetivos para el fin de semana. El sábado, con algún retraso por el cansancio acumulado, nos dirijimos a Alos de Balaguer, en el entorno del Montsec. Siguiendo las indicaciones de la reseña llegamos hasta el pico de Castellás, enclavado en un entorno privilegiado, con el rio Segre a sus pies y un cañon muy vistoso que hara las delicias para la vista de escaladores y paseantes.
La vía elegida es la Olga Frontera 260m. V+ (V obli.) semiequipada, y aquí os dejo reseña de Luichy para quien no tenga el citado libro. La vía es bastante sencilla y se sube sin problemas, pero nuestros objetivos en esta ocasión eran otros. Nos repartimos los largos, y cada uno tiro la mitad de ellos. Hasta aquí todo normal. Pero debo felicitar a Vanesa, pues era la primera vez que se atrevía con largos semiequipados y que tenía que trastear con los «amiguitos» y bicoins, y la verdad es que lo hizo muy bien. Descubrió emplazamientos correctos y encontro su fetiche particular…
Como apunte, diré que la via es excepcional para inciarse en la autoprotección. Eliminamos el stress de la dificultad en la escalada para incorporarlo en otros aspectos de la actividad, siempre moviendonos en grados de iniciación. Cuando la dificultad aumenta los paraboles aparecen para afianzar la progresión (y no están colocados al estilo de la deportiva). Unicamente, si se pensaba en dar el estilo que yo propongo a la vía, podía haberse eliminado algún parabolt en zonas en las que se podía autoproteger con ubicaciones claras para hacerlo. Creo que de esta forma se hubiera dotado al trazado de un caracter mas marcado como vía de aprendizaje para la autoprotección.
Independientemente, la vía merece la pena, el entorno es fantastico y si encima te deja tan buenos recuerdos como los que yo tengo, la experiencia es excepcional!!!